Publicado 23/09/2025 09:43

Zinemaldia.- Mujeres del audiovisual alzan la voz contra las agresiones sexuales y reclaman cancelar a los culpables

Más de una veintena de mujeres del audiovisual han narrado testimonios reales de mujeres que han sufrido violencia sexual.
Más de una veintena de mujeres del audiovisual han narrado testimonios reales de mujeres que han sufrido violencia sexual. - EUROPA PRESS

    SAN SEBASTIÁN, 23 Sep. (del enviado especial de Europa Press Francisco Serrano) -

   Mujeres del audiovisual han alzado este martes la voz contra las agresiones sexuales en el Festival de San Sebastián, en el marco del acto 'Nuestras Voces', han lamentado que la cultura de la cancelación "no existe para los hombres" y han reivindicado que "no se puede separar la obra del autor", al igual que "tampoco se puede separar el deporte del genocidio".

   Así lo han asegurado asociaciones feministas del Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad en el Audiovisual (GTI) que reclaman intervenir en las narrativas para construir las historias desde una perspectiva feminista. "No hay nada que no podamos conseguir si lo hacemos de manera colectiva", aseguran.

   Durante el acto, más de una veintena de mujeres relacionadas con el cine, entre ellas, la productora y reciente Premio Donostia Esther García o la cineasta Eva Libertad, han narrado testimonios reales de mujeres que han denunciado abusos sexuales, además de la participación de Anna Castillo, Carolina Yuste o Sara Sálamo en un vídeo.

   "Hubo una secuencia que se rodó dentro de un prostíbulo. La actriz se vio obligada a mantener una relación sexual directa con el hombre más seboso del mundo, con el equipo de cámara y todo el equipo viendo. No una secuencia con una separación física, con un estudio de cómo hacerlo, de enseñar, no, allí se penetró directamente. Y a personas como este director se les ha seguido dejando estar y teniendo su renombre y seguido adelante", han afirmado como ejemplo de testimonio real.

   Otro ejemplo que se ha leído ha sido el de una víctima que afirma: "Después de una oleada de violencia muy bestia con agresiones sexuales, recibo una agresión física muy fuerte y me manipula diciendo que me ha agredido para protegerme de mi ansiedad, de que me hiciera daño. Me lo creo todo y me culpo. Esa noche estuve a punto de suicidarme", han contado.

   Posteriormente, se ha leído un manifiesto en el que piden acabar con el "muro" que existe en torno a las violencias contra las mujeres porque los actos "no pueden seguir siendo silenciados ni ignorados".

   "Entre todas, hemos tejido redes y estamos contribuyendo a romper un silencio afianzado durante demasiado tiempo. Sabemos que esto es solo la punta del iceberg. Los datos son contundentes y abrumadores: más de la mitad de las mujeres que trabajamos en la industria audiovisual española hemos sufrido algún tipo de violencia sexual. El 92 por ciento permanece en silencio", han comentado en rueda de prensa las siete asociaciones feministas que integran el GTI: AAMMA, AMMA, CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), Dona i Cinema, Dones Visuals, Hemen y MIA (Asociación de Mujeres de la Industria de la Animación).

    El Grupo ha denunciado que el silencio "cómplice perpetúa el sistema" y la industria prioriza la continuidad de los proyectos sobre la seguridad y dolor. "Es la falta de credibilidad cuando hablamos, la desconfianza en los canales de denuncia, la ausencia de mecanismos efectivos. Es la presión laboral y el miedo a represalias. Estas violencias tienen un impacto atroz en nuestro trabajo y en nuestras vidas", han subrayado.

   Las organizaciones remarcan que no se trata de casos "aislados" que la violencia sexual es la expresión de un sistema político, económico, cultural y social que las tolera y reproduce. "Representan una vulneración de derechos humanos que ha permanecido durante décadas invisibilizada, normalizada y desacreditada. Por ello, la lucha contra estas violencias exige un compromiso político y social rotundo y sostenido", reclaman.

   Por ello, exigen a las administraciones públicas garantizar presupuestos "específicos" contra las violencias sexuales en el sector; elaborar un Protocolo Marco estatal y crear un Observatorio especializado; asegurar organismos externos independientes que supervisen el cumplimiento y eviten que las productoras desestimen las denuncias; formación obligatoria en prevención para todo el sector; y herramientas alternativas que permitan actuar sin necesidad de judicializar los casos .

   En el caso de las organizaciones del sector, piden adoptar protocolos y planes de igualdad con mecanismos de denuncia; asegurar y/o redefinir las formaciones sobre acoso y violencias sexuales, asegurando que sean obligatorias para todos los equipos, presenciales, y con un enfoque feminista, que aborde el problema desde su dimensión estructural; aprobar códigos éticos y compromisos públicos contra la violencia machista, y ejecutarlos; promover la diversidad en los equipos de trabajo, evitando entornos exclusivamente masculinos que refuercen dinámicas de poder y exclusión de las mujeres y disidencias de género; e implementar Puntos Violeta en rodajes y foros, la figura de la coordinación de intimidad y la figura de la persona de referencia.

   "Los muros que quieren acallar nuestras voces ya no resisten. Los hemos convertido en ventanas, puertas y plazas donde todes nos encontramos. De todo ello hemos hecho una casa común, una red de confianza y comprensión. Hoy estamos aquí porque estas violencias son responsabilidad de toda la industria y, por ello, interpelamos a todas las personas implicadas en el sector para que un día podamos decir que trabajamos en una industria libre de violencias", concluye el manifiesto.

INFORME 'UNIDAS POR UNA INDUSTRIA AUDIOVISUAL IGUALITARIA Y LIBRE DE VIOLENCIAS'

   El acto se ha iniciado con los datos del informe estatal 'Después del silencio', sobre violencia sexual en el cine audiovisual, elaborado por CIMA, y presentado el pasado mes de abril.

   La directora de cine Almudena Carracedo ha recordado que un 60,3 por ciento de las mujeres de entre 20 y más de 50 años declaran haber sufrido algún tipo de violencia sexual en los espacios relacionados con la industria del cine y del audiovisual, así como señalar que revelar que tres de cada cinco mujeres participantes ha sufrido violencia sexual, dicho informe explica que el grupo más afectado se encuentra entre los 40 y 49 años, representando el 37% de las mujeres que han denunciado haber vivido alguna de estas situaciones.

   "El diagnóstico que sale es durísimo, sobreacogedor, atroz. Las cifras son alarmantes. Las violencias sexuales están profundamente integrales en la industria. Se han normalizado como parte del entorno laboral. Formar parte del sector implica aceptar su existencia y asumirlas como una condición inevitable. Este proceso de normalización reduce la capacidad de identificarlas, perpetuando así un sistema que las invisibiliza y las legítima", ha indicado Carracedo.

    Junto a Carracedo ha estado la actriz Rakel Ezpeleta, que ha informado sobre los avances que están llevando a cabo desde (H)emen y EAB (Euskal Aktoreen Batasuna), que ha insistido en la importancia de "parar los pies" a los abusadores, tanto a personas como "países como Israel".

   En el estudio que ha avanzado, realizado con entrevistas y encuestas a los profesionales de Euskal Herria, asegura que casi el 58 por ciento de las personas consultadas no sienten que su entorno de trabajo sea seguro en el sector. Además, el 43 por ciento de las han sufrido alguna situación de violencia y el 60 por ciento de las personas ha presenciado alguna vez 'in situ' violencia, mientras que el 65,6 por ciento señalan que alguna victima les ha narrado una situación de violencia vivida.

   "Si una víctima en solitario no lo puede hacer porque está en una situación de clara desventaja pues hagámoslo entre todas como sociedad", ha exigido.

   Por su parte, el director del ICAA, Ignasi Camós, ha asegurado que la industria debe ser un referente en prevención, protección y acompañamiento de las víctimas y admite que lo que ocurre en el cine tiene un efecto "multiplicador". "Lo que sucede dentro repercute en la sociedad y en los imaginarios colectivos. Debemos dar ejemplo. Hay que tener tolerancia 0", ha aseverado.

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