MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los obispos españoles han reclamado una educación gratuita independientemente de la titularidad pública o privada del centro, del modelo o la confesión religiosa del mismo y han propuesto el "cheque escolar" como herramienta para garantizar la neutralidad.
Así lo ha planteado el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, este lunes, en el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria que reúne esta semana en Madrid a todos los obispos españoles.
"Apostamos por una educación gratuita con independencia de la titularidad privada o pública del centro y del modelo educativo. Las familias deben exigir el derecho a poder elegir la educación que prefieren para sus hijos, sin verse penalizadas por el modelo que escojan para sí", ha defendido Omella.
A su juicio, el modelo educativo vigente "no asegura adecuadamente la libertad de las familias y la neutralidad del Estado garantizadas por la Constitución, que reconoce el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas".
El presidente de la CEE ha puesto como ejemplo el modelo de algunos estados europeos que "financian abierta y completamente la educación de los niños y adolescentes en la escuela escogida por sus padres, sea cual sea la titularidad de la misma --pública o privada--, el modelo educativo y la confesión, religiosa o laica, de las mismas".
En el caso de España, ha indicado que el sistema de enseñanza concertada, "podría ser una buena solución" pero ha lamentado que "está siempre en riesgo de ser recortado o de sufrir arbitrariedades por parte de los poderes públicos".
"¿No podría ser el cheque escolar la verdadera neutralidad y libertad que pedimos a la Administración competente?", ha planteado Omella, al tiempo que ha advertido de que el Estado tiene "el deber de respetar el principio de subsidiariedad y evitar identificarse con un determinado modelo educativo, adscripción ideológica, o titularidad de la escuela".
De otro modo, según ha añadido, sería "un estado confesional laicista, discriminando a los ciudadanos y ciudadanas cristianos o de otras religiones".
También en el ámbito educativo, los obispos han propuesto "una educación afectivo-sexual" centrada en el "amor" y "alejada de toda cosificación de la persona, liberada de las ideologías de género, y que promueva un camino de aprendizaje en la sana integración de los instintos".
"Apostamos por un modelo educativo que presente a los niños, adolescentes y jóvenes una propuesta de sentido que colme sus anhelos y no sucedáneos ideológicos programados con otros intereses", ha explicado.
Igualmente, Omella ha defendido un modelo educativo "que abra a los niños, adolescentes y jóvenes al encuentro con Dios" ante el "vertiginoso incremento de depresiones, ansiedades, angustias existenciales, trastornos alimentarios, adicciones, pensamientos y tentativas suicidas, que están afectando no solo a adultos, sino particularmente a niños, adolescentes y jóvenes".