Publicado 30/09/2025 04:49

Desconecta.- Una cucharada de esto y adiós al empañamiento: el truco barato para que las ventanas sigan limpias más tiempo

Archivo - Window with water drops closeup, frame inside, selective focus
Archivo - Window with water drops closeup, frame inside, selective focus - MURPROTEC - Archivo

MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

La limpieza de las ventanas es una de las tareas más poco agradecidas del hogar: basta con que llueva para que se vean opacas otra vez. A ello se suma el vaho que se produce por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, capaz de empañar los cristales y dejar manchas de humedad. Ante este panorama, no es de extrañar que circulen trucos caseros que prometen alargar el efecto de la limpieza.

Uno de los más comentados en redes sociales es el uso de un producto tan sencillo como la glicerina. Aunque en España se trata de una sustancia que se vende habitualmente en farmacias o tiendas especializadas de cosmética y química, algunos expertos en limpieza lo recomiendan como aditivo casero para mantener los cristales en mejor estado durante más tiempo.

Según explican especialistas en el mantenimiento de ventanas como Megaservice, la glicerina crea una fina capa invisible sobre la superficie del vidrio. Esa película tiene un efecto humectante que ayuda a repeler la humedad y a reducir el empañamiento, lo que se traduce en una sensación de limpieza más duradera.

PASO A PASO

El procedimiento más recomendado consiste en preparar una mezcla sencilla: un litro de agua tibia con una cucharadita de glicerina, agitada hasta obtener una solución homogénea. Esa mezcla se vierte en un pulverizador y se utiliza como un limpiador casero.

Para aplicarlo correctamente, conviene limpiar y secar primero el cristal con el método habitual. Después, se pulveriza la solución de forma uniforme sobre la superficie y se pasa un paño de microfibra para extenderla bien. Si se busca un brillo extra, se puede rematar con una toalla de papel.

De esta manera, la glicerina forma una película muy fina e invisible que ayuda a repeler la humedad, retrasa el empañamiento y mantiene durante más tiempo la sensación de ventanas recién limpias. PROLONGA, PERO NO SUSTITUYE

Conviene aclarar, sin embargo, que la glicerina no sustituye la limpieza habitual ni elimina la suciedad ambiental como el polvo o la polución. Lo que sí consigue es retrasar la aparición del vaho y de las marcas de agua, haciendo que los cristales se mantengan brillantes durante más tiempo.

Al tratarse de una sustancia segura y no tóxica, su uso doméstico está considerado apto, aunque se recomienda evitar el contacto prolongado con la piel o los ojos. Por eso, lo mejor es aplicarla con guantes o con ayuda de un paño.

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