Publicado 25/09/2025 12:27

El Canal de Panamá está en manos del calentamiento global

Sección intermedia del Canal de Panamá
Sección intermedia del Canal de Panamá - WIKIMEDIA

   MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El riesgo de interrupciones en el Canal de Panamá aumentará con el calentamiento global, a menos que se tomen medidas para reducir las emisiones de gases invernadero o para adaptarse a condiciones más secas.

   Es la conclusión de un nuevo artículo del profesor Samuel Muñoz, de la Universidad de Northwestern, sobre esta vía fluvial vital que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, y que depende del agua dulce suministrada por un embalse para subir y bajar las esclusas que permiten el tránsito de miles de barcos al año.

   "El canal es vulnerable a la sequía. Esta vulnerabilidad aumenta con el cambio climático", afirma en un comunicado. "Los modelos sugieren que cuanto más calentamos las aguas, más severas y frecuentes se vuelven estas sequías en Panamá".

   Los hallazgos resaltan la necesidad de abordar el creciente riesgo para un eslabón clave en la cadena de suministro global con "adaptación o mitigación proactiva" que mantenga la funcionalidad del canal, afirma Muñoz en una investigación publicada en Geophysical Research Letters.

NIVELES DE AGUA EN EL EMBALSE

   Para su estudio, Muñoz utilizó proyecciones climáticas de alta resolución para simular los niveles futuros del embalse alimentador, el lago Gatún.

   Descubrió que las condiciones disruptivas de bajamar se volvieron cada vez más comunes en escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero moderadamente altas y altas, pero no en escenarios de bajas emisiones.

   Esto se debe a que el lago Gatún se alimenta principalmente de la lluvia, y el aumento de las emisiones se asoció con una reducción de las precipitaciones durante la temporada de lluvias y una mayor evaporación.

   "Cada vez que un barco pasa por el canal, se utiliza mucha agua" debido a la inundación de las esclusas para subir y bajar los barcos al cruzar la divisoria continental, afirma Muñoz, profesor asociado de ciencias marinas y ambientales e ingeniería civil y ambiental.

   Cuando hay sequías, lo principal que pueden hacer es reducir el número de barcos que transitan", afirma.

   Las sequías recientes, incluyendo una en 2023 y 2024, obligaron a los operadores del canal a reducir el peso y el número de barcos que cruzan la vía fluvial de 80 kilómetros de longitud.

   Utilizando 27 modelos climáticos diferentes y diversos escenarios de mitigación de emisiones, Muñoz predijo los niveles de los lagos mensualmente hasta finales de siglo. Mitigar significa reducir las emisiones y las temperaturas globales.

   "Observamos la lluvia que entraba y la cantidad de agua que se evaporaba en estos diferentes escenarios. En los escenarios donde no mitigamos mucho las emisiones, la cantidad de lluvia que recibe Panamá disminuye considerablemente y la cantidad de evaporación que se produce aumenta considerablemente, por lo que los niveles bajos de los lagos se vuelven realmente problemáticos, mucho más comunes y graves que ahora", afirma.

   "Pero en los escenarios donde mitigamos más los gases de efecto invernadero, hay menos cambios (en los niveles de agua) y se estabilizan más", afirma Muñoz.

   "Los científicos del clima analizan diversos escenarios. ¿Mitigaremos las emisiones de forma realmente agresiva? No lo parece", afirma. "¿No mitigaremos en absoluto? Probablemente no". Actualmente nos dirigimos hacia una de las trayectorias intermedias de emisiones.

ADAPTACIÓN Y UN NUEVO EMBALSE

   Para el comercio mundial, el futuro del Canal de Panamá es de vital importancia, afirma Muñoz. Un promedio de 14.000 barcos transitan por el canal anualmente, incluyendo el 40% de los portacontenedores estadounidenses.

   "Si no vamos a mitigar las emisiones, se necesitan importantes medidas de adaptación para mantenerlo en funcionamiento", afirma Muñoz.

   Las autoridades panameñas miran hacia el futuro con planes para construir un nuevo embalse que complemente el lago Gatún, así como para encontrar maneras de utilizar de forma más eficiente los suministros de agua existentes.

   "También utilizan el embalse para generar energía hidroeléctrica para el país y agua potable para la Ciudad de Panamá", por lo que tiene sentido adaptarse a las condiciones cambiantes, afirma Muñoz.

   Si bien los mejores modelos climáticos, incluido el Modelo de Sistemas Terrestres Comunitarios de la NOAA, pronostican condiciones más secas en Panamá, aún existe cierta incertidumbre debido al impacto local de El Niño-Oscilación del Sur.

   El patrón climático involucra las temperaturas superficiales del océano en El Pacífico tropical y la circulación atmosférica asociada, afirma Muñoz.

   "Esta es una región del mundo donde los científicos del clima aún no están 100% seguros de qué sucederá exactamente. En Panamá, las autoridades del canal reconocen que hay incertidumbre, pero siguen adelante con estas importantes inversiones para intentar mantener la estabilidad", añade Muñoz. "La gestión inteligente y la mitigación serán clave para mantener los barcos en movimiento", concluyó.

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