BOLIVIA, 2 Oct (EUROPA PRESS)
La NASA anunció recientemente la desactivación del instrumento científico de plasma en la sonda Voyager 2, una decisión tomada debido a la disminución de la energía eléctrica disponible en la nave. Este instrumento jugó un papel crucial en el año 2018 al confirmar que la Voyager 2 había traspasado los límites de la heliosfera, adentrándose en el espacio interestelar.
Actualmente, a más de 20.500 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, la Voyager 2 prosigue su misión con cuatro instrumentos científicos activos, permitiéndole seguir investigando el entorno fuera de la heliosfera. Según comunicados de la agencia espacial, se espera que la sonda continúe operativa y transmitiendo datos con al menos un instrumento hasta la década de 2030.
Los ingenieros han realizado ajustes para prolongar el funcionamiento de los instrumentos científicos, conscientes del valor único de los datos obtenidos por estas sondas, puesto que ninguna otra misión humana ha explorado el espacio interestelar. Entre otros esfuerzos, se modificó el seguimiento de los voltajes para prevenir la necesidad de desactivar otro instrumento.
El instrumento de plasma, específicamente diseñado para medir la cantidad y la dirección del flujo de plasma, ha enfrentado limitaciones en sus observaciones debido a la orientación de la sonda respecto al flujo del plasma interestelar. A pesar de esto, su contribución ha sido significativa, particularmente al determinar el momento en que Voyager 2 cruzó la heliosfera.
El 26 de septiembre, la orden de apagar el instrumento fue transmitida a través de la Red de Espacio Profundo de la NASA. Las señales tardaron 19 horas en llegar a la sonda y otras 19 horas en confirmar que la acción se había ejecutado correctamente, sin afectar el funcionamiento general de la Voyager 2.
Vale destacar que el instrumento de plasma de la Voyager 1 cesó su funcionamiento en 1980 y se desactivó en 2007 para ahorrar energía. Aunque el instrumento de plasma de la Voyager 2 ya no esté funcionando, otro dispositivo a bordo, conocido como subsistema de ondas de plasma, sigue siendo capaz de estimar la densidad del plasma bajo ciertas condiciones, brindando una alternativa para continuar los estudios del medio interestelar.
Con esta medida, la misión de la Voyager 2 sigue adelante, adaptándose a los desafíos energéticos y continuando su histórica exploración del espacio más allá de la influencia solar.