BOLIVIA, 9 Sep (EUROPA PRESS)
En un descubrimiento que recuerda a una confrontación de titanes cósmicos, astrónomos han identificado la pareja de agujeros negros supermasivos más próxima jamás vista, ubicada a apenas 300 años luz uno del otro. Este sorprendente hallazgo fue posible gracias al uso combinado del telescopio espacial Hubble de la NASA y el observatorio de rayos X Chandra, que permitieron observar estos monstruos cósmicos enterrados en el corazón de dos galaxias en proceso de colisión.
Estas fuerzas gravitacionales se alimentan vorazmente de gas y polvo circundante, luciendo como núcleos galácticos activos (AGN) particularmente brillantes. Este par constituye el ejemplo de AGN binarios más cercanos detectado en el universo cercano usando observaciones en diferentes longitudes de onda, lo cual marca un hito en la observación astronómica.
A diferencia de otros agujeros negros "dobles" encontrados en el pasado, con separaciones mucho mayores, estos se encuentran en la galaxía rica en gas MCG-03-34-64. Aunque se han observado agujeros negros binarios más próximos entre sí mediante radiotelescopios, este es el primer caso que se confirma en otras longitudes de onda.
Este sistema binario AGN, situado a unos 800 millones de años luz de la Tierra, ofrece una ventana exclusiva a los eventos que probablemente fueron más comunes en el joven universo, en épocas donde las fusiones de galaxias ocurrían con mayor frecuencia. Este hallazgo fue descrito como fortuito, destacándose gracias a las imágenes de alta resolución del Hubble, que revelaron tres picos de difracción óptica señalando una concentración inusualmente grande de gas oxígeno en una región muy pequeña.
"No esperábamos ver algo así", expresó Anna Trindade Falcão del Centro de Astrofísica de Harvard & Smithsonian en Cambridge, Massachusetts, y principal autora del estudio publicado en The Astrophysical Journal. Este descubrimiento se profundizó con observaciones de rayos X del observatorio Chandra, revelando dos potentes fuentes de emisión de alta energía correspondientes a los agujeros negros supermasivos.
Los datos de archivo de radio del Karl G. Jansky Very Large Array complementaron la evidencia, mostrando que este energético dúo también emite ondas de radio intensas. "Cuando se ve luz brillante en longitudes de onda ópticas, de rayos X y de radio, se pueden descartar muchas cosas", añadió Falcão, solidificando la hipótesis de la proximidad de estos agujeros negros.
Aunque se desconoce el origen de la tercera fuente de luz observada por Hubble, se sospecha que podría tratarse de gas afectado por la energía de un chorro de plasma de uno de los agujeros negros. "No seríamos capaces de ver todas estas complejidades sin la asombrosa resolución del Hubble", concluyó Falcão.
Los dos agujeros negros supermasivos, otrora en el núcleo de sus respectivas galaxias anfitrionas, se acercaron debido a la fusión de estas últimas. Se espera que continúen espiralándose hasta fusionarse eventualmente en unos 100 millones de años, generando ondas gravitacionales que sacudirán el tejido mismo del espacio y tiempo.