BOLIVIA, 9 Sep (EUROPA PRESS)
Un estudio reciente realizado por el Centro CICERO de Investigación Climática Internacional, en colaboración con la Universidad de Reading, pronostica que casi el 75% de la población mundial enfrentará alteraciones significativas y aceleradas en los fenómenos de temperaturas extremas y precipitaciones dentro de los próximos 20 años. Este cambio climático podría reducirse marcantemente si las emisiones de gases de efecto invernadero se minimizan drásticamente, según se publicó en 'Nature Geoscience'.
La investigación destaca que, en caso de adoptarse medidas suficientes para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, solo el 20% de la población mundial estaría en riesgo de experimentar estos fenómenos meteorológicos extremos, comparado con un alarmante 70% si las acciones son limitadas.
Este análisis tomó en cuenta cómo el incremento de la temperatura global puede interactuar con variaciones climáticas normales, resultando en décadas de cambios acelerados en las condiciones extremas de temperatura y de precipitación. "Nos enfocamos en cambios regionales dada su relevancia significativa para la experiencia humana y los ecosistemas, identificando áreas previstas a sufrir cambios sustanciales en los índices de fenómenos extremos en las décadas venideras", indicó el Dr. Carley Iles, principal autor del estudio de CICERO.
Según simulaciones de modelos climáticos, se espera que una extensa área de las zonas tropicales y subtropicales, habitada por el 70% de la población actual, vivenciará tasas elevadas de cambio en temperaturas y precipitaciones extremas en los siguientes 20 años bajo un escenario de emisiones altas. Este panorama podría mejorar drásticamente con una acción decidida contra el cambio climático, proyectándose una reducción al 20% de la población afectada o cerca de 1.500 millones de personas.
La velocidad de estos cambios climáticos augura un aumento en las condiciones y eventos extremos sin precedentes, responsables de un impacto desproporcionado en el cambio climático actual. Las olas de calor, por ejemplo, pueden conducir a una mortalidad excesiva y estrés térmico tanto en humanos como en ganado, además de afectar ecosistemas, rendimientos agrícolas, y la operatividad de infraestructuras esenciales como las eléctricas y de transporte.
"Limpiezas rápidas de la contaminación del aire, sobre todo en Asia, pueden resultar en aumentos acelerados de las temperaturas extremas y modificaciones en los patrones de los monzones asiáticos de verano", compartió Laura Wilcox, coautora y representante de la Universidad de Reading. "Aunque esencial por motivos de salud, la eliminación de la contaminación aérea ha ocultado algunos efectos del calentamiento global, lo que ahora podría revelar cambios significativos en las condiciones climáticas extremas".
Los autores del estudio enfatizan en la importancia de entender estos posibles cambios rápidos para la adaptación al cambio climático. "En el mejor de los casos, estos cambios rápidos afectarán a 1.500 millones de personas. La opción más viable es prepararnos para una probabilidad mucho más alta de eventos extremos inéditos, posiblemente en la próxima década o dos", concluyó el Dr. Bjorn H. Samset de CICERO.