MADRID 6 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo Político Supremo instaurado por los hutíes, Mahdi al Mashat, ha aclarado este martes que los ataques contra Israel continuarán tras haber acordado un alto el fuego con Estados Unidos.
"Nuestra respuesta será dolorosa y el enemigo israelí no podrá soportarla", ha dicho Al Mashat, quien ha insistido en que la ofensiva de los rebeldes yemeníes seguirá mientras continúe la "agresión" contra la Franja de Gaza.
"No cejaremos en el apoyo a Gaza, cueste lo que cueste", ha enfatizo, según recoge la cadena de televisión Al Masirah, afín a los rebeldes yemeníes. En ese mismo mensaje, aconseja a los israelíes que se protejan en los refugios "porque su gobierno no podrá protegerlos".
"El agresor se dará cuenta de que el precio que pagará es alto, ninguna agresión nos disuadirá de nuestra decisión de apoyar a Gaza hasta que cese la agresión y se levante el asedio", ha subrayado.
En esa línea se ha manifestado Mohamed Alí al Huti, el presidente del Comité Revolucionario de los rebeldes yemeníes, quien ha denunciado el "terrorismo" ejercido por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. "Lo que rechazamos en Palestina, no permitiremos que suceda en Yemen", ha dicho.
Al Huti ha destacado también en un mensaje en su cuenta de X que "se evaluará la situación sobre el terreno" una vez el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "ha anunciado el cese de la agresión estadounidense contra Yemen" y ha calificado de "victoria" esta tregua ya que supone un "fracaso" para Netanyahu.
Poco antes, Trump ha anunciado que las partes dejarían de atacarse, un alto el fuego que ha sido confirmado por el Gobierno de Omán. "Han capitulado (...) Lo más importante es que vamos a confiar en su palabra", ha asegurado.
Esta tregua llega en pleno cruce de ataques entre los hutíes e Israel, después de que el domingo un misil impactase en las inmediaciones del aeropuerto de Ben Gurión, a las afueras de Tel Aviv. En respuesta el Ejército israelí atacó el lunes el puerto de Hodeida y este martes el aeropuerto de Saná, la capital yemení.
De hecho, los rebeldes han responsabilizado también a Estados Unidos de esta última batería de bombardeos, que sólo este martes habría dejado al menos tres fallecidos y cerca de 40 heridos.