Kallas pone sobre la mesa la suspensión del acuerdo, represalias comerciales y romper la cooperación científica con Israel aunque no se esperan decisiones en firme
BRUSELAS, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea debatirán este martes la revisión de las relaciones con Israel, con una serie de opciones sobre la mesa por la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, que incluyen suspender el Acuerdo de Asociación o tomar represalias comerciales, aunque los Estados miembro ya tiene la vista puesta en la aplicación del acuerdo con Tel Aviv para mejorar el acceso humanitario en la Franja de Gaza.
El compromiso alcanzado entre la UE e Israel para que las autoridades israelíes mejoren la situación humanitaria en Gaza y permitan la entrega de ayuda humanitaria "a gran escala" coincide con el debate sobre potenciales represalias contra Israel, después de que la UE constatase en un informe las violaciones de Derechos Humanos de las fuerzas israelíes en su ofensiva en Gaza, contraviniendo sus compromisos en el marco del Acuerdo de Asociación.
En el contexto de la revisión de las relaciones, un alto cargo de la UE ha indicado que la jefa de la diplomacia presentará el acuerdo humanitario y recabará la opinión de los ministros "a la luz del cambio de la situación tras sus contactos de alto nivel". "Querrá sondear a los ministros de Exteriores sobre qué dirección ven", ha apuntado, poniendo más el acento en el pacto suscrito con Israel que en el proceso de revisión del Acuerdo de Asociación con Tel Aviv.
En Bruselas inciden así en que el objetivo último de los 27 era garantizar que entraran más productos humanitarios en Gaza, por lo que esperan que Israel de pasos en el seno del acuerdo, del que han trascendido pocos detalles y se desconoce si fija una cantidad de ayuda humanitaria o un plazo concreto.
Así las cosas, los titulares de Exteriores de la UE tendrán sobre la mesa el documento de Kallas para tomar represalias contra Israel, aunque no se esperan medidas en firme después de que la presión sobre las autoridades israelíes haya logrado el compromiso del Gobierno de Benjamin Netanyahu para elevar la ayuda humanitaria a Gaza.
LOS 27 A LA ESPERA DE LA APLICACIÓN DEL ACUERDO
"Al final, se trata de la aplicación y de los efectos concretos sobre el terreno del acuerdo. Así que, en ese sentido, creo que el debate sobre el menú de opciones, sigue siendo muy importante. No podemos dar por sentado que todo va a ir sobre ruedas y tenemos que debatir este documento", resume una fuente diplomática sobre la reunión de este martes, mientras que otra delegación europea asegura que mientras no haya mejoras "tangibles" en el terreno la UE tiene que tener en su mano una posible respuesta.
En Bruselas recalcan que será importante cómo Israel implementa el acuerdo y si la UE puede verificar la mejora de la situación humanitaria, también cual es el papel de las agencias de la ONU en el reparto de la ayuda, después de que Israel esté privilegiando a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), de naturaleza privada y respaldada por Estados Unidos e Israel.
En este sentido, las delegaciones europeas señalan que la revisión del Acuerdo de Asociación es un proceso complejo que los 27 tienen que mantener vivo para seguir presionando a Israel. "Se trata de un proceso diplomático para garantizar la mejora del acceso humanitario. Y es muy importante debatir las medidas contenidas en el documento", ha añadido una de las fuentes diplomáticas.
En todo caso, la reunión de ministros de Exteriores volverá a evidenciar las divisiones entre los Estados miembro que piden tomar medidas contra Israel y los que valoran el "progreso tangible" que representa el acuerdo de Kallas, al entender que preservar el contacto con Tel Aviv ha servido para cerrar un acuerdo con medidas concretas.
OPCIONES DE KALLAS SOBRE PRÓXIMOS PASOS CON ISRAEL
En su documento de opciones, la Alta Representante plantea a los Estados miembro distintas respuestas frente a Israel por sus acciones en Gaza, incluyendo la más exigente, la suspensión total del acuerdo, que reclaman países como España e Irlanda, pero que se presenta inviable porque necesitaría de una propuesta formal de la Comisión Europea y la unanimidad de los 27.
Otras alternativas pasan por una suspensión parcial del acuerdo, relativa al capítulo comercial, con represalias como retirar las preferencias comerciales de productos de Israel. Con otras vías como romper lazos en materia de cooperación científica y educativa, tales como sacar a Israel de los programas Horizon y Erasmus+.
El documento de Kallas contempla también posibles represalias fuera del marco de Acuerdo de Asociación como imponer sanciones a ministros israelíes que alientan la violencia en Gaza y Cisjordania, la suspensión de la liberación de visados para viajes, la congelación de los acuerdos de aviación o la opción de cortar la participación de Israel de instrumentos de financiación europea en materia científica y tecnológica.
SIN ACUERDO SOBRE LA 18º RONDA DE SANCIONES CONTRA RUSIA
Aparte, sobre la mesa de los ministros estará también la adopción del último paquete de sanciones contra Rusia, la 18ª tanda en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, unas sanciones acordadas hace semanas pero a expensas de la luz verde de Eslovaquia, que negocia con la Comisión Europea garantías a su suministro energético.
Eslovaquia subrayó este jueves que sigue habiendo "temas pendientes" auque espera un acuerdo pronto con Bruselas para levantar el veto a la nueva ronda, que incluye sanciones contra la energía rusa, más bancos y contra la 'flota fantasma'.
Aunque ha denunciado que no actuará "bajo presión o en una atmósfera de retórica fuerte", el primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha insistido en su intención de llegar a un acuerdo "pronto" con Bruselas. Aunque el asunto irá a la cumbre de ministros tras las negociaciones durante el fin de semana, fuentes diplomáticas son poco optimistas con que se logre el visto bueno de Bratislava el martes, pese a que consideran que el Ejecutivo europeo esta ofreciendo "suficientes" garantías para aliviar sus preocupaciones.
Como en anteriores decisiones sobre Ucrania, las miradas se centran también en el papel de Hungría, al que algunos Estados miembro señalan como agazapada en la postura de Eslovaquia, pero puede resultar en última instancia un obstáculo a la aprobación de las medidas.
En todo caso, en la capital comunitaria apuntan al creciente enfado de los socios europeos con la posición de Bratislava, que a todas luces supone perder tiempo y rebajar la reacción de la UE ante el recrudecimiento de los ataques rusos contra Ucrania y su nula intención de acordar un alto el fuego.