Solo 600 familias iraquíes han sido repatriadas a pesar de que el programa de retorno comenzó hace dos años
MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima que al menos 27.000 iraquíes siguen atrapados en el campamento sirio de Al Hol, donde sobreviven familiares de yihadistas de Estado Islámico en medio de condiciones de extrema violencia, y ha reprochado la lentitud de las repatriaciones a Bagdad a pesar de que el programa para su retorno lleva ya dos años en vigor.
El representante del PNUD en Irak, Auke Lootsma, ha recordado en entrevista con el portal Al Araby al Yadid que muchos de los iraquíes detenidos en el campamento tienen menos de 12 años antes de recordar que numerosas ONG han descrito las condiciones del lugar -- en el noreste de Siria, bajo administración kurda -- como "inhumanas".
El campamento todavía aloja a 56.000 sirios, iraquíes y ciudadanos de terceros países que declararon lealtad a la organización yihadista o bien son familiares de sus combatientes. El campamento de la provincia de Hasaka sigue superpoblado y los niños son especialmente vulnerables al adoctrinamiento de los "operativos encubiertos" de Estado Islámico que pululan por el lugar, recuerda el humanitario.
"Estamos trabajando para apoyar la reintegración de las familias que han sido desplazadas, incluidas las que regresan del campamento de Al Hol", explica el trabajador humanitario sobre un complejo proceso que comprende difíciles "acuerdos de paz locales y reconciliaciones tribales para que las familias iraquíes de los yihadistas puedan regresar con seguridad a su lugar de origen".
El proceso de repatriación a Irak ha acabado seriamente restringido después del asalto yihadista a la cárcel de Al Sina, también en Hasaka, en enero de 2022, que desató un largo enfrentamiento con fuerzas kurdas que se saldó con más de 200 muertos. Desde entonces, Irak ha endurecido las condiciones de entrada en el país ante el temor de que yihadistas fugados puedan cruzar su frontera.
Por último, Lootsma ha recordado que cerca de 200.000 residentes de la ciudad iraquí de Sinyar todavía siguen desplazados de sus hogares a pesar de que Estado Islámico fue expulsado hace ya siete años de la ciudad, que todavía sigue prácticamente sin servicios básicos, en medio de fuertes tensiones internas dentro de la urbe, de mayoría yazidí.