Publicado 05/11/2025 13:38

La salud cardiovascular es clave en el desarrollo del Alzheimer

Imagen de la jornada.
Imagen de la jornada. - FUNDACIÓN RAMÓN ARECES

   MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La investigadora del Centro de Neurociencias Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNC-CSIC) Marta Cortés ha resaltado que la salud cardiovascular es un "pilar fundamental" en la patogénesis del Alzheimer, ya que el riesgo vascular elevado causa directamente hipometabolismo cerebral, daño neuronal e inmunotrombosis, "redefiniendo la enfermedad como un problema sistémico y no solo neurológico".

   Así se ha mostrado durante su participación en un debate organizado por la Fundación Ramón Areces y la Real Academia de Farmacia en el que han participado otras investigadoras españolas que están trabajando para un mejor abordaje de la demencia y, en particular, del Alzheimer.

   Cortés ha destacado el buen momento que atraviesa la investigación en Alzheimer, pues "más de 100 compuestos para esta enfermedad se encuentran en ensayos clínicos". Y ha relacionado directamente la evolución del corazón con la del cerebro: "Un riesgo cardiovascular elevado (especialmente hipertensión) provoca una reducción del metabolismo en las mismas áreas cerebrales afectadas por el Alzheimer, incluso en personas sanas, estableciendo un vínculo causal directo", ha destacado la investigadora.

   Según ha asegurado Cortés, "la prevalencia de Alzheimer se triplica en individuos con aterosclerosis, y el aumento de la placa de ateroma se asocia directamente con una disminución del metabolismo cerebral y un aumento de marcadores de muerte neuronal en sangre". En este sentido, ha afirmado que "células inmunes (TH17) y procesos de inmunotrombosis, exacerbados por factores de riesgo cardiovascular, dañan la barrera hematoencefálica, ocluyen microvasos y contribuyen activamente a la formación de placas de amiloide".

   Durante su intervención, esta investigadora del Centro de Neurociencias Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha explicado que "el control de los factores de riesgo cardiovascular -entre ellos, hábitos saludables como buena alimentación, ejercicio físico- es una estrategia de prevención de alto impacto para la demencia, pudiendo evitar hasta el 45 por ciento de los casos al mitigar el daño vascular que acelera el deterioro cognitivo".

   También ha mencionado cómo está investigando el papel del micro ARN 721 en el deterioro cognitivo mediante un modelo de ratón 'knockout', con el objetivo de desarrollar nuevos biomarcadores y terapias. "Mantener un riesgo cardiovascular elevado durante cinco años provoca un proceso de muerte neuronal parcial, evidenciado por niveles elevados del biomarcador de daño axonal (NfL) en plasma", ha añadido Cortés.

RELACIÓN DE ATEROSCLEROSIS E HIPERTENSIÓN CON ALZHEIMER

   Por su parte, María Pilar Martín, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), ha coincidido con su colega Cortés en que el riesgo cardiovascular, la neuroinflamación (IL-17) y la inmunotrombosis (NETs) se identifican como mecanismos interconectados que impulsan el deterioro cognitivo, ofreciendo nuevos objetivos terapéuticos. "La inmunotrombosis, causada por las Trampas Extracelulares de Neutrófilos (NETs), se postula como un mecanismo central tanto en el daño agudo por ictus como en el deterioro crónico en la demencia", ha afirmado.

   Para esta experta, "la aterosclerosis subclínica y la hipertensión en personas de mediana edad, incluso asintomáticas, ya se asocian con una reducción del metabolismo cerebral en regiones vulnerables al Alzheimer". Y se ha referido a la inflamación crónica por envejecimiento ('inflammaging'), fuertemente ligada a factores de riesgo cardiovascular, que "impulsa el deterioro cognitivo al permitir que células inmunes específicas dañen el cerebro".

   De todos los trabajos que se están llevando a cabo, esta investigadora ha destacado el microRNA 721 como una posible diana terapéutica, "ya que su inhibición en modelos animales retrasa el envejecimiento del sistema inmune y mejora la función cognitiva".

   "La disfunción del drenaje linfático cerebral provoca una acumulación de células T inflamatorias, causando deterioro cognitivo y abriendo nuevas vías terapéuticas para enfermedades neurodegenerativas", ha añadido. "También conocemos que los ganglios linfáticos cervicales son reguladores cruciales de las células T en el cerebro; su disfunción provoca una acumulación que causa neuroinflamación y deterioro cognitivo".

   Así, ha explicado que el exceso de células T puede dañar la barrera hematoencefálica, causar disfunción neurovascular y afectar directamente a las neuronas, acelerando el daño neurológico. "La manipulación del sistema linfático o la regulación de poblaciones específicas de células T representa una potencial diana terapéutica para el Alzheimer, la esclerosis múltiple y los ictus", ha asegurado.

FACTORES NEURODEGENERATIVOS Y VASCULARES

   Por su parte, María Ángeles Moro, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), ha destacado cómo "la mayoría de las demencias, incluso las diagnosticadas como Alzheimer, presentan una patología mixta que combina factores neurodegenerativos y vasculares".

   Coincide con sus predecesoras en el turno de palabra en la importancia de controlar ese riesgo cardiovascular al estar asociado directamente con un menor metabolismo cerebral. "Como solemos decir, lo que es malo para el corazón, es malo también para el cerebro", ha resumido. "La inmunotrombosis y la inflamación vascular se perfilan como mecanismos patogénicos clave en la demencia, abriendo nuevas vías terapéuticas más allá del enfoque tradicional en el amiloide. Se postula que la inmunotrombosis mediada por NETs es un factor patogénico central en la demencia, causando daño tanto por micro-oclusiones vasculares como por inflamación directa", ha explicado Moro.

   También se ha referido a dianas terapéuticas concretas como la inhibición de NETs (con fármacos como DNASA), la vía de la IL-17 y la regulación del micro ARN 721 para combatir la neuroinflamación. Por último, Honorio Bando, profesor honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y académico de la Real Academia de Farmacia, ha aplaudido "el rápido avance científico, especialmente en fármacos innovadores, que está superando al ordenamiento jurídico, creando una brecha regulatoria crítica". "La ciencia, impulsada por nuevas tecnologías y fármacos, avanza significativamente más rápido que el ordenamiento jurídico", ha finalizado.

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