Publicado 19/12/2025 13:34

La IPC suspende el estado de hambruna en Gaza pero avisa que la gravedad de la crisis es extrema

Medio millón de personas siguen en emergencia alimentaria a expensas de un frágil alto el fuego

Una nueva suspensión de la ayuda dejaría a la Franja entera en riesgo de hambruna para abril de 2026

December 1, 2025, Khan Yunis, Gaza Strip, Palestinian Territory: Palestinians gather around makeshift clay ovens to cook food in Gaza, ten weeks after the ceasefire, as cooking gas remains severely scarce due to Israeli restrictions on its entry into the
December 1, 2025, Khan Yunis, Gaza Strip, Palestinian Territory: Palestinians gather around makeshift clay ovens to cook food in Gaza, ten weeks after the ceasefire, as cooking gas remains severely scarce due to Israeli restrictions on its entry into the - Europa Press/Contacto/Tariq Mohammad
MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) ha suspendido su declaración de estado de hambruna en Gaza merced a la llegada de ayuda humanitaria con el alto el fuego del 10 de octubre pero ha avisado que la gravedad de la crisis continúa siendo extrema en el enclave palestino: medio millón de personas siguen en estado de emergencia alimentaria y más de cien mil están soportando "condiciones catastróficas".

La IPC es una herramienta inicialmente diseñada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y que han adoptado numerosas organizaciones internacionales para evaluar la situación de emergencia por falta de alimentos en zonas de crisis. En agosto, la IPC declaró, de manera oficial, la situación de hambruna en la ciudad de Gaza y sus alrededores.

En su última valoración, a pesar de esta relativa buena noticia, la IPC avisa que la malnutrición aguda, en particular, está adquiriendo "niveles críticos" en las gobernaciones de Gaza y "graves" en las gobernaciones de Deir al Balá y Jan Yunis. El IPC avisa también que la situación es enormemente precaria porque "si las hostilidades se reanudan y se detiene el flujo de ayuda, la Franja de Gaza entera corre peligro de entrar en situación de hambruna" para abril del año que viene.

LAS AGENCIAS DE LA ONU CELEBRAN LA SUSPENSIÓN PERO PIDEN ESFUERZO

Agencias de Naciones Unidas han celebrado la suspensión del estado de hambruna pero avisan de que "la malnutrición, las enfermedades y la magnitud de la destrucción agrícola siguen siendo alarmantemente altas" en la Franja de Gaza.

En un comunicado conjunto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se declaran " preparados para ampliar aún más sus respuestas" en caso de necesidad ante la "presión causada por las restricciones a las importaciones, las limitaciones de acceso y las importantes deficiencias de financiación".

Estos factores, han aducido, "están obstaculizando gravemente su capacidad para operar a la escala necesaria, en particular en las intervenciones que apoyan la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud, el agua, el saneamiento y la higiene, la agricultura y la recuperación de los medios de vida".

"Los agricultores, pastores y pescadores de Gaza están listos para reanudar la producción de alimentos, pero no pueden hacerlo sin acceso inmediato a suministros básicos y financiación", ha declarado el director de la Oficina de Emergencias de la FAO, Rein Paulsen.

"El alto el fuego ha abierto una pequeña ventana para que los suministros agrícolas esenciales lleguen a los agricultores vulnerables. Solo la financiación y un acceso ampliado y sostenido permitirán que la producción local de alimentos se reanude y se reduzca la dependencia de la ayuda externa", ha indicado.

Para la directora de operaciones de Emergencia de UNICEF, Lucia Elmi, "los siguen en grave peligro. Tras más de dos años de conflicto implacable, sus cuerpos y cerebros en desarrollo llevan cicatrices profundas y duraderas".

Los centros de salud apenas funcionan, el agua potable y los servicios de saneamiento son escasos, y el invierno aumenta el sufrimiento de las personas desplazadas que se refugian en refugios improvisados. "Estos frágiles avances podrían desaparecer de la noche a la mañana si se reanudan los combates", ha indicado.

El director de Preparación y Respuesta ante Emergencias del PMA, Ross Smith, ha llamado a "redoblar los esfuerzos para consolidar estos avances y garantizar que las personas puedan acceder de forma fiable a los servicios esenciales como los centros médicos. En este sentido, el director de Gestión Humanitaria y Desastres de la OMS, Altaf Musani, ha avisado que "solo el cincuenta por ciento de los centros de salud de Gaza funcionan parcialmente y muchos han sufrido daños durante el conflicto".

"Incluso los centros de salud en funcionamiento se enfrentan a la escasez de suministros y equipos esenciales, sujetos a complejos procedimientos y restricciones de entrada" ha indicado antes de recordar que "hace falta mucho más para abordar las enormes necesidades sanitarias".

NIÑOS EN PELIGRO

El efecto entre la infancia seguirá siendo gravísimo. La IPC estima que 101.000 niños de entre seis meses y cinco años sufrirán desnutrición aguda hasta mediados de octubre de 2026, incluidos 31.000 casos graves. Otras 37.000 mujeres embarazadas y lactantes necesitarán apoyo nutritivo urgente.

La ONG Save the Children, en su valoración del informe, destaca que en 2026 el 77 por ciento de la población gazatí se enfrentará a niveles catastróficos de hambre en 2026, incluidos unos 800.000 niños y niñas.

La ONG ha llamado también la atención sobre la falta de variedad en la dieta de los gazatíes porque "los lácteos, los huevos, la carne, el pescado y las frutas y verduras frescas son prácticamente inexistentes en los mercados".

Save the Children ha advertido en repetidas ocasiones del daño a largo plazo que supone para el desarrollo físico y cognitivo de la infancia la falta de una alimentación regular y nutritiva, ya que, según se informa, los pocos alimentos disponibles consisten en pan y alimentos procesados con alto contenido en azúcar y sal.

Además, con la llegada del invierno "los niños y niñas corren un alto riesgo de sufrir diarrea, enfermedades de la piel como la sarna, infecciones respiratorias como la neumonía e hipotermia" y "la desnutrición agrava estos riesgos al limitar la capacidad de los niños para mantener la temperatura corporal y recuperarse de las enfermedades".

Para el director regional de Save the Children en Oriente Medio, Norte de África y Europa Oriental, Ahmad Alhendawi, la reentrada de la ayuda humanitaria ni mucho menos significa que la crisis haya terminado.

"Nada más lejos de la realidad. Estas nuevas cifras deberían volver a centrar nuestra atención en Gaza. El hambre y la desnutrición causan múltiples daños físicos al organismo de los niños y niñas. Pero los efectos no son solo a corto plazo. Además de causar daño a las personas, estas consecuencias amenazan el tejido mismo de la sociedad palestina para las generaciones venideras", ha señalado.

ISRAEL VUELVE A ACUSAR A LA IPC DE DISTORSIONAR LA REALIDAD

Como ya hizo en agosto, el Gobierno israelí ha repudiado las conclusiones de la IPC. Tras insistir que en ningún momento existió hambruna en Gaza, el portavoz Oren Marmorstein ha asegurado que la última valoración de este viernes "está una vez más deliberadamente distorsionada y no refleja la realidad en la Franja de Gaza".

El portavoz asegura que, para empezar, "ignora el enorme volumen de ayuda que entra en la Franja porque se basa principalmente en datos relacionados con los camiones de la ONU, que representan solo el 20% del total de camiones de ayuda".

Además, asegura que la IPC no ha tenido en cuenta el hecho de que, en promedio, "entre 600 y 800 camiones de ayuda entran en la Franja de Gaza cada día, el 70% de ellos con alimentos, casi cinco veces más de lo que la propia IPC afirmó que se necesitaba para la Franja".

"Estas enormes cantidades de ayuda se reflejan en la realidad sobre el terreno: solo entre julio y noviembre, los precios de los alimentos en la Franja cayeron más del 80%", ha concluido.

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