El Gobierno georgiano defiende que Japaridze se negó a atender una citación para comparecer ante una comisión de investigación
MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
La detención esta semana del opositor georgiano Zurab Japaridze ha provocado una reacción de condena de Estados Unidos y Reino Unido al considerar que se trata de una nueva acción antidemocrática dirigida por el Gobierno del país y su primer ministro Irakli Kobajidze.
Japaridze, líder de Girchi-Más Libertad, acabó detenido el pasado jueves por negarse a comparecer ante una comisión parlamentaria que investiga presuntas irregularidades del gobierno del ex presidente Mijail Saakashvili.
Georgia lleva arrastrando una grave crisis política desde las elecciones de octubre, marcadas por la apertura de un cisma entre el Gobierno y la autoproclamada del país y líder 'de facto' de la oposición favorable a Bruselas, Salomé Zurabishvili.
La UE, cabe recordar, ha dado por suspendidas las negociaciones de adhesión de Georgia después de que el bloque comunitario denunciara que el partido del Gobierno, Sueño Georgiano, se ha convertido en el brazo ejecutor de las políticas de Rusia en el país, como una polémica ley de agentes extranjeros o una normativa contraria a los intereses de la comunidad LGTBI.
La Comisión de Exteriores del Senado de EEUU ha denunciado la detención como "injusta y aborrecible" y lamentado que decisiones como esta señalan que Sueño Georgiano está "reprimiendo a las instituciones democráticas".
La Embajada de Reino Unido en Georgia también ha condenado la detención, una medida "enormemente desproporcionada" destinada a "silenciar a la oposición política".
Desde el Gobierno georgiano se defiende que la decisión fue adoptada de acuerdo a derecho por un tribunal y que el opositor simplemente está actuando para la galería. El presidente del país, Mijail Kavelashvili, ha asegurado que Japaridze ha actuado así "para impresionar" y "para demostrar lo chulo que es".
"El estado tiene la obligación de responder, eso es todo", ha añadido Kavelashvili, considerado por la oposición como un títere del Gobierno e ilegítimo jefe del Estado para detrimento de la que todavía consideran como verdadera presidenta del país, Zurabishvili, quien denunció la comisión como una farsa.
"No tiene ninguna conexión con la justicia. Este es un caso puramente político. Esta comisión de investigación ha sido creada no para investigar los crímenes del régimen anterior, sino para crear un medio para arrestar precisamente a esos líderes políticos que quieren ver en prisión", ha criticado Zurabishvili.