Publicado 18/09/2025 12:26

Descubren el primer depósito de ámbar del Mesozoico con insectos preservados en Sudamérica

Uno de los ejemplares encontrados en la investigación
Uno de los ejemplares encontrados en la investigación - UB

En las muestras identifican diferentes tipos de insectos como moscas, escarabajos o avispas

BARCELONA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un equipo científico, en el que está la Universitat de Barcelona (UB), ha descubierto el primer depósito de ámbar del Mesozoico con insectos preservados, como insectos y restos de telaraña, de toda Sudamérica en la provincia de Napo, en Ecuador, informa la universidad en un comunicado este jueves.

El descubrimiento, publicado en la revista 'Communications Earth & Environment', revela que hace unos 112 millones de años había un bosque tropical húmedo con helechos, cicadales y plantas angiospermas, y describe un escenario "único" para conocer la biodiversidad y los ecosistemas cretáceos en el hemisferio fósil.

El primer autor y catedrático del Institut de Recerca de la Biodiversitat de la Universitat de Barcelona (IRBio), Xavier Delclòs, explica que este es el depósito de ámbar mesozoico es el "más grande de Sudamérica y uno de los más ricos de Gondwana con bioinclusiones" y que está datado del periodo Albiense del Cretácico inferior.

El ámbar proviene de un entorno fluvial-lacustre en el yacimiento de la cantera Genoveva, en la región de Tena, en la zona amazónica, y los árboles productores de resina probablemente eran coníferas araucariáceas, según los análisis.

Se han analizado 60 muestras de ámbar que han permitido identificar 21 bioinclusiones, con representantes de cinco tipos de insectos, incluyendo dípteros (moscas), coleópteros (escarabajos) e himenópteros (hormigas y avispas), junto con un fragmento de telaraña.

No se han encontrado restos vegetales dentro del ámbar, pero se ha identificado una "amplia variedad" de fósiles de plantas en las muestras de roca, incluyendo esporas, polen y hojas.

HALLAZGOS

Las características de las bioinclusiones y los fósiles circundantes sugieren que el ámbar se formó en un entorno forestal denso y húmedo, dominado por árboles productores de resina.

Estas características contrastan con las condiciones áridas observadas en otros yacimientos sudamericanos de la misma edad, como la formación Crato, en el margen oriental de Sudamérica; y los expertos subrayan que el descubrimiento es "de gran relevancia" para futuros estudios de este período.

También han participado en la investigación equipos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), el Instituto Smithsoniano de Investigación Tropicales (Panamá), la Universidad de Rosario (Colombia), la Escuela Politécnica Nacional de Quito (Ecuador) y el Museo Senckenberg de Historia Natural de Frankfurt (Alemania).

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