Publicado 30/09/2025 09:29

Dos fármacos para el riesgo cardiovascular, posibles aliados frente a la enfermedad hepática metabólica

Archivo - Ilustración de un hígado dañado
Archivo - Ilustración de un hígado dañado - ERANICLE/ ISTOCK - Archivo

MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El uso combinado de pemafibrato y telmisartán, dos fármacos que ya se usan en el mundo frente al riesgo cardiovascular, ayudaría a tratar la enfermedad hepática metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), la patología del hígado más frecuente, según revela un estudio liderado por la Universidad de Barcelona, que ha trabajado con modelos animales.

Los hallazgos, publicados en 'Pharmacological Research', abren la puerta al desarrollo de tratamientos más seguros y efectivos para esta enfermedad del hígado, que en la actualidad dispone de unas opciones terapéuticas muy limitadas.

Según han explicado los investigadores, hasta ahora, la mayoría de los compuestos nuevos estudiados para el tratamiento de la enfermedad hepática metabólica han fracasado en ensayos clínicos por diversos motivos, entre los que destacan los problemas de seguridad. Por ello, para este trabajo optaron por reutilizar fármacos con un perfil de efectos adversos ya conocido y aceptable en humanos.

Así, emplearon pemafibrato y telmisartán, ya comercializados -el primero solo en Japón- para el tratamiento de la hiperlipemia e hipertensión, respectivamente. Para confirmar su eficacia y explorar su mecanismo de acción en MASLD en fases iniciales, los aplicaron a un modelo de rata de la enfermedad y, posteriormente, a un modelo de larvas de pez cebra.

Los resultados muestran que la combinación de ambos fármacos revierte la acumulación de grasa en el hígado inducida por una dieta rica en grasas y fructosa. Además, se ha observado que, en el modelo de rata, la administración combinada de media dosis de pemafibrato y media de telmisartán es igual de eficaz que la dosis completa de cualquiera de los dos fármacos a la hora de reducir la acumulación de grasa.

"La terapia combinada con fármacos que actúan sobre diferentes vías patogénicas puede ser una mejor estrategia que la monoterapia, gracias a los posibles efectos sinérgicos y a la reducción de la toxicidad relacionada con el uso de dosis más bajas de cada fármaco", ha detallado la catedrática de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB Marta Alegret, líder del equipò investigador.

La combinación de estos dos fármacos sería beneficiosa no solo para la enfermedad hepática, sino también porque "reduce la presión arterial y los niveles de colesterol, y todo ello resultaría en un menor riesgo cardiovascular", ha precisado.

MECANISMOS DISTINTOS PARA REDUCIR LOS LÍPIDOS

El estudio también ha comprobado que cada fármaco actúa con mecanismos distintos y describe, por primera vez, el papel clave de la proteína PCK1 en la reducción de los lípidos hepáticos derivada del telmisartán. "El telmisartán es un fármaco que ya se había utilizado en otros modelos de MASLD, pero sobre todo en fases más avanzadas de la enfermedad, y sus efectos beneficiosos se habían atribuido principalmente a efectos antiinflamatorios y antifibróticos. Pero en las fases iniciales de la enfermedad no existe todavía inflamación ni fibrosis, solo acumulación de lípidos", ha explicado la investigadora.

Los encargados de este trabajo han descubierto que, en el hígado de los animales con MASLD, la cantidad de proteína PCK1 estaba reducida y que el tratamiento con telmisartán restauraba sus niveles hasta la normalidad. "Este aumento de la PCK1 desvía el flujo de metabolitos desde la síntesis de lípidos hacia la síntesis de glucosa. Este incremento de la producción de glucosa podría ser negativo si la glucosa fuera exportada y se acumulara en sangre, ya que podría dar lugar a diabetes, pero hemos visto que no es así", ha señalado Alegret.

Con todo, los investigadores han puntualizado que para aplicar estos resultados en pacientes humanos con MASLD aún son necesarios estudios clínicos que demuestren que los beneficios observados en los modelos animales también se producen en las personas.

En cualquier caso, los resultados abren nuevos interrogantes, como si los fármacos serán igualmente efectivos en fases más avanzadas de la enfermedad, cuando hay fibrosis. Por eso, el equipo investigador ya trabaja en nuevos estudios con modelos animales de fibrosis hepática inducida a través de la dieta y desarrollará un modelo dual que presente fibrosis hepática y enfermedad cardiovascular para ver si también se observa una reducción de la aterosclerosis.

La investigación la ha realizado un equipo liderado por Marta Alegret, catedrática de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB, el Instituto de Biomedicina de esta misma universidad (IBUB) y el Área de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición del CIBER (CIBEROBN). El trabajo se ha desarrollado en colaboración con investigadores del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Hospital Clínic de Barcelona, el Área de Enfermedades Cardiovasculares del CIBER (CIBERCV) y la Universidad de Upsala (Suecia).

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