PAMPLONA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona ha condenado a dos hombres y dos mujeres, todos ellos de nacionalidad Colombiana, por formar parte de un grupo criminal organizado que realizó varios robos al descuido el pasado 6 de julio en Pamplona, en el inicio de las fiestas de San Fermín.
Tres de ellos, que cuentan con el agravante de reincidencia, han sido condenados a dos años de prisión. La pena ha sido sustituida por la expulsión del territorio nacional por un plazo de 6 años. A la cuarta condenada se le ha impuesto una pena de 16 meses. A los cuatro se les impone la pena accesoria de prohibición de acceso y permanencia en Pamplona durante dos años.
En su sentencia, el juez considera probado que los cuatro condenados forman un grupo criminal organizado e itinerante que se dedica principalmente a la comisión de hurtos al descuido en la vía pública, aprovechando los espacios con aglomeración de personas con motivo de fiestas populares con afluencia masiva de personas como son las fiestas de San Fermin. Asimismo, destaca "su perfecta coordinación y distribución de funciones para llevarlos a cabo, obteniendo objetos de fácil salida en el mercado ilícito como teléfonos móviles, o bien carteras con sus efectos (metálico y tarjetas bancarias), consiguiendo de esta manera un beneficio patrimonial ilícito e inmediato, constituyendo el mismo su fuente principal de ingresos".
Para obtener el máximo beneficio ilícito posible dificultando, así mismo, su descubrimiento, los encausados se dirigieron desde Barcelona a Pamplona, en la que desde el día 6 de julio se celebran las fiestas de San Fermín, con gran afluencia de turistas, muchos de ellos extranjeros, que vienen a pasar las fiestas portando en la mayoría de las ocasiones efectos del interés de los encausados como móviles, carteras o tarjetas bancarias.
Así, en la tarde del 6 de julio, en torno a las 15.00 horas, los encausados se encontraban en compañía de una quinta persona, una mujer que no ha podido ser identificada. Dos de las encausadas y la mujer no identificada caminaban delante por la calle "fijándose continuamente en los bolsillos y mochilas de las personas que allí había", mientras que los otros dos varones condenados realizaban labores de vigilancia.
Después de varios intentos detrás de objetivos se fijaron en dos chicas que entraron a la barra de un establecimiento a pedir una consumición, colocándose los cinco muy pegados a ellos. Una de las encausada abrió el bolso de una de las chicas cogiendo su teléfono móvil, pericialmente tasado en 568 euros, pasándoselo inmediatamente a la otra encausadada, mientras que los dos varones se pusieron junto a la víctima, como bloqueándola por si se daba cuenta de lo que acababa de suceder.
En ese momento fueron interceptados por una dotación de paisano de la Policía Foral que los venía siguiendo ante la actitud de los encausados observada por los agentes de policía, escapándose del lugar la tercera mujer que les acompañaba. La detención de los dos varones fue dificultosa debido a que "no paraban de bracear e intentar huir del lugar". Una de las encausadas tiró el móvil robado al suelo, que fue recuperado y entregado a su propietaria.
Momentos antes de su detención, y siguiendo la misma mecánica descrita, los encausados se colocaron junto a otra mujer y, tras abrirle su riñonera sin que se diera cuenta, le sustrajeron su teléfono móvil, tasado en 385 euros. Asimismo, y de igual forma, también llevaron a cabo la sustracción de otro teléfono móvil valorado en 983 euros, del bolso de otra mujer. Ambos teléfonos fueron localizados en poder de una de las encausadas ya en dependencias policiales, los cuales llevaba escondidos dentro de un body en su ropa interior, sin la tarjeta SIM, junto con tres recortes de papel de aluminio que eran utilizados para esconder los teléfonos sustraídos.
Igualmente, en poder de los encausados se localizaron un total de 75 euros de procedencia desconocida y un pincho para la extracción de tarjetas SIM.
A tres de los condenados les constan condenas previas por delitos de hurto, dictadas por juzgados de Barcelona y Zaragoza. A fecha de 6 de julio ninguno de los antecedentes penales estaba cancelado ni era susceptible de serlo.
Por todo ello, el juez condena a los cuatro encausado por un delito de continuado de hurto agravado -grupo criminal-. En tres de ellos concurre la circunstancia agravante de reincidencia.
Así, a los tres condenados reincidentes se les impone la pena de 2 años de prisión. La pena de prisión se sustituye por la expulsión del territorio nacional por un plazo de 6 años, a contar desde la fecha efectiva de la expulsión, debiendo decidirse esta cuestión en ejecución de sentencia. La cuarta ha sido condenada a 16 meses de prisión. Pena que se suspende por un periodo de 2 años y a condición de que no acceda o permanezca en Pamplona durante el mismo plazo.
A los cuatro se les impone la pena accesoria de prohibición de acceso y permanencia en la ciudad de Pamplona durante 2 años y costas. Además, se les condena en concepto de responsabilidad civil a abonar la cantidad que se determine a las víctimas de los robos por el coste de adquisición de una nueva tarjeta SIM para sus teléfonos móviles.
La sentencia es firme al haber sido notificada a las partes verbalmente, manifestando su voluntad de no recurrirla