Archivo - October 26, 2025, Kuala Lumpur, Malaysia: U.S. President Donald Trump, left, shakes hands with Brazilian President Luiz Inacio Lula da Silva, right, before the start of a bilateral meeting on the sidelines of the ASEAN Summit at the Kuala Lumpur - Europa Press/Contacto/Daniel Torok/White House
MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha destacado su sintonía con su homólogo estadounidense, Donald Trump, a quien parece disculpar algunas de sus salidas ante los medios de comunicación al afirmar que son dos jefes de la Casa Blanca, el que sale por televisión y el de la conversación personal.
"Cada vez que hablo con Trump me sorprende. Muchas veces le ves por televisión muy nervioso, pero en el trato personal es otra persona. Yo ya le he dicho que tenemos dos Trump, el de la televisión y de la conversación personal", ha contado el presidente brasileño este miércoles en una entrevista para TV Verdes Mares.
Ambos mantuvieron el martes un encuentro telefónico en el que Lula instó a su par a levantar el resto de aranceles que pesaban sobre algunas de las exportaciones brasileñas, una vez la gran mayoría de las tasas fueron retiradas a finales de noviembre. "Fue una conversación extraordinaria", ha dicho el brasileño.
"Va a ser una buena relación", ha expresado convencido el presidente Lula, quien cree que ambos países saldrán ganando con esta vinculación. "Tras 200 años de relación diplomática no tiene por qué divergir Estados Unidos y Brasil", ha dicho.
Otro de los puntos que se abordó en la llamada del martes fue la lucha contra el crimen organizado y el interés de ambos países en colaborar.
"Le dije que estamos dispuestos a trabajar juntos en la frontera y donde sea necesario", ha contado Lula, quien le ha pedido a su par que detenga a los líderes de organizaciones brasileños que puedan estar en territorio estadounidense.
Las relaciones entre Estados Unidos y Brasil se deterioraron durante 2025 tras la decisión de Trump de imponer aranceles a más de 200 exportaciones brasileñas y aplicar sanciones a algunos altos funcionarios.
Washington justificó estas medidas por los supuestos daños a su economía y por las acciones de Brasilia contra la libertad de expresión y sus rivales políticos, en referencia al expresidente Jair Bolsonaro y su caso por golpe de Estado.
Todo comenzó a cambiar el 23 de septiembre, tras verse brevemente en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas, cuando descubrieron la "excelente química" entre los dos, aunque eso no impidió a Trump apuntar por última vez, por ahora, hacia un Lula al que acusó de perseguir a sus rivales políticos.