Publicado 22/06/2025 20:43

Secuestrados al menos 57 militares en el suroeste de Colombia por una disidencia de las FARC

Archivo - Militares colombianos participan en un desfile del Ejército
Archivo - Militares colombianos participan en un desfile del Ejército - Europa Press/Contacto/Sebastian Barros - Archivo

MADRID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

Al menos 57 militares colombianos han sido secuestrados por un grupo de disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en dos zona rurales del departamento suroccidental de Cauca, en el cañón del Micay.

Un grupo de militares compuesto por dos suboficiales y 24 soldados desplegados en la localidad El Plateado ha sido "interceptado y rodeado por aproximadamente 200 personas que habrían sido constreñidas por el grupo armado organizado residual Carlos Patiño", una disidencia de las FARC, ha afirmado este domingo La Tercera División del Ejército colombiano, a través de una publicación en la red social X.

El suceso sigue a otro secuestro, llevado a cabo en la jornada del sábado, en el que un pelotón formado por dos suboficiales y 29 soldados fueron secuestrados "por parte de personal civil de la zona" de La Hacienda, en el municipio de El Tambo, en el mismo departamento.

En respuesta a los hechos, el Ejército colombiano ha instado a la población a respetar las instituciones del Estado y ha rechazado "categóricamente la utilización y constreñimiento de las comunidades por parte de grupos armados organizados, así como toda forma de violencia contra la Fuerza Pública".

"El Ejército de Colombia mantiene presencia en la zona, adelanta gestiones para restablecer el orden, asegurar el regreso del personal secuestrado y reitera su compromiso con la protección de la población civil y el respeto a los Derechos Humanos", afirma el mensaje publicado por la Tercera División.

Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó el primero de los secuestros como un ataque al Estado colombiano y aseguró que "la población del cañón del Micay es gente que quiere dejar los cultivos para uso ilícito y transformar el territorio a la paz. No quieren que sus hijos sean reclutados para la violencia, no quieren que sus campos estén llenos de minas y no quieren sembrar un cultivo que se transforma en veneno y muerte".

"La educación, la salud, las vías, la cultura, el deporte y el trabajo digno van a llegar al cañón del Micay. Los terroristas son temporales, el Estado es permanente", afirmó.

Estos hechos se producen tres meses después de que Sánchez reconociese que el Estado colombiano no contaba con el control efectivo de la zona, tras la muerte de cinco militares y el secuestro de una treintena de policías.

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