Actualizado 17/02/2014 18:08

George Zimmerman: "siempre tengo temor de que alguien me reconozca"

George Zimmerman escucha veredicto
Foto: REUTERS

NUEVA YORK, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

   A pesar de que George Zimmerman ahora es un hombre libre, después de que fuera exculpado del asesinato del joven de color Trayvon Martin en julio pasado, no goza de una "vida normal" y lo que más teme es que alguien pueda matarlo.

   "No puedo ir a jugar soccer con mi sobrino, no puedo ir a sus partidos de baloncesto, no puedo salir a comer o tomar un taxi si necesito ir a algún lugar. Siempre tengo ese temor de que alguien me reconozca", ha manifestado Zimmerman durante una entrevista que concedió este domingo a la cadena 'Univisión'.

   Zimmerman, de 29 años, fue declarado "no culpable" de todos los cargos por la muerte de Martin, de 17. Los hechos señalan que Zimmerman disparó al menor desarmado en defensa propia, la noche del 26 de febrero del 2012 en un vecindario de Sanford, centro de Florida.

   Después de ese día la vida del excarcelado dio un vuelco y ahora, según narró, necesita guardaespaldas, no puede visitar a su médico como lo hacía antes y tiene temor de que alguien cometa contra él o su familia "alguna forma de venganza". A siete meses de haber salido de la cárcel, Zimmerman explica que vive de la ayuda de sus seres queridos, que no tiene casa ni trabajo y que usa chaleco antibalas.

   La muerte de Trayvon Martin a manos de Zimmerman, que en ese momento trabajaba como vigilante, desató un gran debate sobre la discriminación racial que no terminó con el fallo a favor del apresado y más bien generó nuevas críticas sobre el 'no culpable' y el tribunal que lo dejó en libertad.

   A siete meses de haber sido liberado y a casi dos años de la muerte del joven de 17 años, Zimmerman asegura que no es un hombre racista. "Absolutamente no", responde al cuestionarle sobre este tema.

   Zimmerman también se ha referido a sus miedos mientras estaba preso: "lo que más temía era que le hicieran daño a mi familia y no poder ayudar", pues las amenazas que recibía en ese momento eran que iban a matar a toda su familia, asegura.

   "Decían que iban a cortarle el cuello a mi hermana y la iban a tirar en la calle para que todos la vieran, que iban a matar a mi sobrino de cinco años en ese entonces, que iban matar a mi madre, mi abuela, que le iban a tirar explosivos a la casa", apunta.

EL PAPEL DE LA PRENSA

Zimmerman entiende que parte de las consecuencias a la que ha tenido que enfrentarse por el asesinato de Martin es culpa de la prensa, que  tergiversó los hechos desde la muerte del joven. Desde que fue liberado, ha tenido encuentros con la Policía por varios motivos: conducir con exceso de velocidad y amenazar a su pareja.

   "Me encantaría ser como cualquier ciudadano americano: tener una multa por ir a alta velocidad o una discusión con mi esposa sin que todo el mundo tenga que enterarse", apunta Zimmerman. "No entiendo por qué los periodistas les importa tanto. Ah, si me dan una multa por conducir a alta velocidad es una noticia internacional", manifiesta.

   "Creo que me van a perseguir toda la vida, estoy preparado para lo peor, y lo peor es que esto continuará durante toda mi vida, pero tengo la esperanza que empieza a disminuir (la atención hacia él)".