BOLIVIA, 14 May (EUROPA PRESS)
El candidato a la presidencia de Bolivia por el Movimiento al Socialismo (MAS), Andrónico Rodríguez, ha hecho un llamamiento a la unidad dentro del partido, criticando las pugnas internas que se han vivido en las filas del oficialismo. A través de una serie de mensajes en su cuenta de la red social X, Rodríguez expresó su compromiso con una "unidad verdadera y transparente" y criticó las "movilizaciones a favor y en contra" que, a su juicio, han afectado la credibilidad del MAS y han conducido al país a una crisis económica.
Rodríguez, quien asumió la candidatura presidencial tras el anuncio de Luis Arce de no presentarse a las próximas elecciones del 17 de agosto, citó varias veces las ineficiencias dentro del gobierno actual como el abuso del poder y los casos de corrupción. Su candidatura llega en un momento crítico para el MAS, tras la expulsión del expresidente Evo Morales del partido, situación que ha agravado la división interna. Morales, hasta ahora, no ha renunciado a su aspiración presidencial, a pesar de los llamados a la unidad por parte de Arce, quien también instó a Morales a abandonar su candidatura alegando que "constitucionalmente no puede y la división solo favorece a la derecha".
Rodríguez, de 36 años, ha visto crecer su perfil político tras la crisis de 2019 que resultó en la renuncia de Morales y la controversia que siguió con la autoproclamación de la presidenta interina, Jeanine Áñez, quien fue condenada a diez años de prisión. El joven político, inicialmente cercano a Morales, se ha ido distanciando paulatinamente y posicionándose como una figura capaz de reunificar los esfuerzos del partido hacia la próxima elección, alejándose de las disputas que han marcado el escenario político boliviano en los últimos años.
En este contexto de desafíos y divisiones, Rodríguez se presenta como una potencial solución a la fragmentación del MAS, apostando por la reconexión con las bases del partido y el enfoque en las necesidades del pueblo frente a las divisiones internas. Con estas elecciones a la vista, el candidato busca capitalizar el descontento con la gestión actual y proponer una alternativa que fortalezca el proyecto político del oficialismo en Bolivia.